Hacia una nueva forma de genocidio Horacio Ejilevich Grimaldi

Horacio Ejilevich Grimaldi

FUNDACIÓN C. G JUNG DE PSICOLOGÍA ANALÍTICA
VIERNES, 15 DE JULIO DE 2016


 

Vivimos en un mundo donde pensar diferente se ridiculiza y se condena como delito. Mantener la mentalidad de lo que hace la mayoría es lo correcto. Deberíamos hablar de mentalidad de rebaño, será por eso que necesitamos muchos pastores y hay tanto lobo suelto.
Horacio Ejilevich

Esto es un genocidio. Legalizado, sin demasiadas protestas y lo que es peor, aceptado inclusive como un avance científico. Personalmente, estoy convencido que es más parecido a una limpieza étnica o, al menos una metodología digna de los seguidores de Joseph Menguele de los cuales, aún sin saberlo tenemos unos cuantos metidos en nuestra área científica con metodología conductista y cognitivista. Lo que realmente me parece curioso e indignante es como todavía se publica lo que en algunos casos transcribo a continuación: “TDAH son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Se trata de un trastorno de carácter neurobiológico originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad, y que en muchas ocasiones está asociado con otros trastornos de tipo mórbidos. Se suelen considerar TDAH aquellos que suelen presentar: 1. Surgimiento a una edad temprana: antes de los 12 años. 2. Intensidad y frecuencia superior a la normal para la edad y la etapa de desarrollo del niño. (¿?) 3. Deterioro o interferencia de forma significativa en el rendimiento del niño en dos años o más de los ámbitos de su vida: escolar o laboral, familiar y social. Como se podrá observar fácilmente el TDAH da para todo, desde niños con altas capacidades a compulsivos, esta es una de las definiciones de las escalas estadounidenses que por una cuestión de dependencia cultural seguimos, dejando de lado las clasificaciones psiquiátricas europeas. Debido a la complejidad del TDAH, no puede identificarse una sola causa. Se considera que es un trastorno heterogéneo con diferentes subtipos, resultado de las distintas combinaciones de los diversos factores de riesgo que actúan conjuntamente. Sin embargo, sí que se ha identificado que las causas del TDAH se deben a factores principalmente genéticos y ambientales (prenatales, perinatales, y posnatales). Se consideran factores ambientales del TDAH (entre otros): los traumatismos craneoencefálicos en la infancia, las infecciones del sistema nervioso central, la prematuridad, la encefalopatía hipóxico-isquémica, el bajo peso al nacimiento o el consumo de tóxicos como el alcohol o el tabaco en el embarazo. El TDAH tiene una heredabilidad del 76% (es decir, que en una población media, el 76% de los factores vinculados con el TDAH están relacionados con los genes, y el resto a factores no genéticos).

O sea, la vieja teoría de la pluricausalidad , que al no saber la causa cierta, implica todas las posibilidades, total con alguna la vamos a embocar Los estudios han demostrado que los familiares de personas con TDAH tienen un riesgo cinco veces mayor que las personas sin antecedentes familiares de TDAH. Morbilidades Una persona con TDAH tiene de 6 a 7 veces más probabilidades de tener otro trastorno psiquiátrico o trastorno del aprendizaje. Entre las morbilidades más frecuentes destacan: trastorno negativista desafiante, trastorno de conducta, trastorno de ansiedad, trastorno del ánimo, tics, trastorno del aprendizaje… y pueden tener un impacto adicional en la calidad de vida.

Por supuesto, el intentar dejar de ser oveja y seguir al rebaño, puede tener un costo altísimo en una sociedad que solo mantiene valores de forma y no de fondo. No le enseñamos al niño que lo importante no solo es el conocimiento sino como se lo aplica. Cuando el TDAH se asocia a otros trastornos, con frecuencia se complica el diagnóstico, empeora la evolución y la respuesta al tratamiento es menor. Presentación predominante de falta de atención La conducta prevalente es el déficit de atención (más frecuente entre las niñas) Presentación predominante hiperactividad/impulsividad La conducta prevalente es la hiperactividad y/o impulsividad ¿Cuál es el tratamiento del TDAH? El tratamiento del TDAH en niños y adolescentes se realiza de manera individualizada en función de cada paciente y su familia. Tiene por objetivo mejorar los síntomas y reducir la aparición de otros trastornos asociados, ya que por el momento no existe una cura para el TDAH. En niños y adolescentes con TDAH con repercusión moderada o grave en su vida diaria, se recomienda el tratamiento combinado, que incluye tratamiento psicológico conductual, farmacológico e intervención psicopedagógica. La combinación de tratamientos farmacológicos y psicológicos tiene la potencialidad de que ejerce efectos inmediatos en los síntomas del TDAH mediante la utilización de la medicación, así como efectos de larga duración gracias al desarrollo de estrategias y habilidades cognitivas y de comportamiento proporcionadas por el tratamiento psicológico. Tratamiento psicológico para el TDAH en niños y adolescentes Las intervenciones psicológicas que han mostrado evidencia científica/positiva para el tratamiento TDAH se basan en los principios de la terapia cognitivo conductual (TCC). (¿?) El tipo de intervenciones que se aplican se describen brevemente a continuación.

A esta altura más de uno/a estará perdido/a, no preocuparse, como dije el TDAH da para todas las siglas porque es como un cajón de sastre. Terapia de conducta Es una terapia psicológica que se basa en un análisis de la conducta. Se identifican los factores que están manteniendo la conducta inadecuada, se delimitan las conductas que se desea incrementar, disminuir o eliminar, llevándose a cabo la observación y el registro de éstas. Hay dos tipos de técnicas: • Para aumentar conductas positivas: el reforzamiento positivo como la alabanza, la atención positiva, las recompensas y los privilegios. • Para reducir conductas no deseadas: se utiliza el coste de respuestas, el tiempo fuera y la extinción (no prestar caso a la conducta que se desea reducir o eliminar). En resúmen se trata de una nueva forma de condicionamiento operante, en esta oportunidad no son ni los perros de Pavlov ni el gato de Skinner, solamente son nuestros hijos. Terapia cognitiva Entrenamiento en técnicas de autoinstrucciones, autocontrol y solución de problemas. Entrenamiento conductista en habilidades sociales. Los niños y adolescentes con TDAH presentan a menudo problemas de relación con la familia, déficit en habilidades sociales y problemas de relación con los iguales. El entrenamiento en habilidades sociales suele hacerse en grupos pequeños de edades similares, y se emplean técnicas de la TCC. Absolutamente focalizada y que de ninguna manera va al fondo del problema en cuestión, aun aceptando que lo hubiere. Muy en boga en U.S.A. dado que es la forma más positiva y rápida de reinsertar al individuo en el mismo medio que lo aliena. Tratamiento farmacológico para el TDAH

Los laboratorios plantean que el efecto beneficioso de los fármacos sobre las conductas hiperactivas, contestatarias e hiperkinéticas se conoce desde hace más de 70 años. En efecto, los primeros fármacos para el tratamiento del TDAH se comercializaron hace más de 25 años y están entre los más estudiados y seguros de todos los que se utilizan en niños y adolescentes, siendo todos ellos eficaces para el tratamiento de los síntomas del TDAH. Entre el 70 y el 80% de los pacientes responden de forma favorable al primer tratamiento utilizado. El tratamiento farmacológico debe ser prescrito y controlado por un médico con experiencia en el TDAH y en el manejo de estos fármacos y sus casi seguros efectos secundarios. El tratamiento debe ser individualizado, es decir, adaptado a las necesidades de cada paciente y cada familia. La elección de un fármaco u otro dependerá de • La existencia de problemas asociados, como tics, epilepsia, ansiedad, etc. • Los efectos adversos de la medicación. • Haber descartado otro tipo de tratamiento como por ejemplo la terapia familiar y/ o parental • Las experiencias previas de falta de eficacia con un determinado fármaco. • Las preferencias del niño/adolescente y su familia. Una vez elegido el fármaco, se suele empezar con dosis bajas que se incrementan cada 1 o 3 semanas en función de la respuesta del paciente y de la aparición de efectos secundarios. El médico será el responsable de evaluar la eficacia y la tolerabilidad del fármaco mediante visitas periódicas, mucho más frecuentes al inicio del tratamiento y más distanciadas en el tiempo (cada 3-6 meses) tras ajustar la dosis del fármaco de forma adecuada. Aunque el tratamiento es individualizado, las pautas generales para cada fármaco son: •Metilfenidato de liberación inmediata, en 2-3 dosis al día. •Metilfenidato de liberación prolongada, una dosis por la mañana. • Atomoxetina, se recomienda administrar en dosis única por la mañana. Si existen problemas de tolerancia, administrar por la noche o repartir la dosis entre la mañana y la noche. En algunas ocasiones, si la mejoría no es suficiente o existen otros trastornos asociados, será necesario aumentar la dosis hasta la máxima recomendada o combinar distintos tipos de fármacos. Tomado parcialmente de: Información para padres. http://www.guiasalud.es/egpc/TDAH/pacientes/05_tratamiento.html

Ritalin Aunque no está aprobado para menores de 6 años, las prestaciones para niños de entre 2 y 4 años se triplicaron mundialmente entre 1991 y 1995 El Ritalin sirve como “cura” del TDAH ( la palabra cura es) Mencionada por Michael J. Sandel en su libro “Contra la perfección” Los efectos secundarios ocurren fundamentalmente al inicio del tratamiento, son poco frecuentes, de escasa intensidad, transitorios y de poca gravedad.

Comentario: Menos mal, nos quedamos mucho más tranquilos, solo se trata de una lobotomía psíquica. El niño quedará perfectamente adaptado a una sociedad enferma Sigue Los efectos secundarios en muy raros casos, obligan a suspender el tratamiento. Es importante poder consultar con el médico responsable del tratamiento cualquier efecto adverso antes de suspender la administración del fármaco. Los efectos secundarios más frecuentes de los estimulantes (metilfenidato) son: pérdida de peso y de apetito, sobre todo al inicio del tratamiento; dificultad para conciliar el sueño (insomnio de conciliación); cefalea y, de forma mucho más infrecuente, tics e inquietud. Los efectos secundarios más frecuentes de los no estimulantes (atomoxetina) son: pérdida de peso y de apetito, sobre todo al inicio del tratamiento; somnolencia; síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal, nauseas o vómitos; mareos y cansancio. De forma muy infrecuente, puede aparecer ictericia (la piel toma un color amarillo debido al aumento de la bilirrubina), reflejo de un daño hepático que obliga a la supresión del tratamiento.

A estos efectos cabria incluir la "zombificación", la anulación parcial o total de las facultades imaginativas, creadoras de todo motor de la humanidad; y el pequeño detalle de la alienación de Los sentimientos y afectos. Un hermoso ciber robot. ¿Cuánto tiempo dura el tratamiento farmacológico? La duración del tratamiento debe plantearse de forma individualizada en función de la persistencia de los síntomas y de la repercusión de éstos en la vida del niño o del adolescente. Para los pacientes que estén tomando estimulantes, una práctica aceptada es la realización de períodos cortos, de 1 o 2 semanas anuales, sin tratamiento farmacológico, con el objetivo de poder valorar el funcionamiento del niño o el adolescente tanto en casa como en la escuela. Una de los mejores momentos para realizar esta evaluación sin tratamiento suele ser al comenzar el curso escolar. O sea...Todo lo que se pueda y a aumentar la dosis! ¿El tratamiento farmacológico para el TDAH se relaciona con retraso del crecimiento? Los estudios disponibles hasta el momento son poco concluyentes. Los últimos datos informan de que la talla final de los niños en tratamiento con estimulantes sería de 1 a 3 cm inferior a lo esperado. El retraso en el crecimiento es mayor en el primer año de tratamiento pero tiende a normalizarse posteriormente. Tomado parcialmente de: Información para padres. http://www.guiasalud.es/egpc/TDAH/pacientes/05_tratamiento.html

A ver si nos entendemos. Si llegaron hasta aquí. Antes de postear sepan que no estoy de ninguna manera en contra de la medicación ni de la internación cuando esta sea absolutamente necesaria, si lo estoy en que se la aplique alegre e indiscriminadamente, sin tener en cuenta la edad de desarrollo del paciente (aquí me refiero al niño, ni haber agotado “in extremis” otras técnicas ni otras metodologías de aprendizaje, solo para favorecer las ventas de multinacionales químicas y con resultados, en el mejor de los casos inciertos.

Les dejo a continuación un poco de casuística de algunos “enfermos de TDH/ TDHA” que, afortunadamente no fueron tratados, ni medicados (al menos de niños). Albert Einstein, Leonardo da Vinci, Ludwig Van Beethoven, John Lennon, Jim Carrey, Julio Verne, Walt Disney, Wolfgang Amadeus Mozart, Pablo Picasso, Galileo Galilei, Sir Isaac Newton, Bill Gates, Vincent van Gogh, Salvador Dalí, Nikola Tesla, Lola Mora, Sara Goldman, Abraham Lincoln, Manuel Belgrano, Steven Spielberg, Napoleón Bonaparte Alexander Graham Bell, John F. Kennedy, Edgard Allan Poe, Agatha Christie, Sir Arthur Conan Doyle, Nostradamus Louis Pasteur, Ernest Hemingway, Winston Churchill, Mariano Moreno, Lewis Carroll, Hans Christian Andersen, Leon Tolstoy, Ernesto Guevara, George Bernard Shaw, Joshua Ben Joseph (Jesucristo), Francisco de Asis, Sidartha Gautama (Buda), Charles Darwin, C.G. Jung, Fritz Perls, Antonio Gaudi, Tim Burton, Entre muchos otros...
Y todos aquellos que lograron transitar los claustros de estudios primarios, secundarios y universitarios sin perder las ilusiones ni la identidad.
Usted lector/a y yo.

Horacio Ejilevich Grimaldi
28/3/16